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Iluminación de bicicletas

( número de productos: 19 )

Las luces de bicicleta son un equipo indispensable para todo ciclista que circule por vías públicas. Según la Ley de Tráfico Vial, toda bicicleta debe ir equipada obligatoriamente con una luz de posición delantera blanca y trasera roja (puede ser intermitente). Estos equipos tienen una enorme repercusión en la seguridad al aumentar nuestra visibilidad durante la conducción, por lo que no debe subestimarse la obligación de disponer de ellos.

Las potentes luces delanteras de la moto te permitirán moverte libremente en la penumbra, mientras que la luz roja trasera te hará visible para el resto del tráfico que circule detrás de ti.

¿Es obligatorio el alumbrado de las bicicletas??

La iluminación de las bicicletas es obligatorio equipamiento para bicicletas regulado por ley. El Reglamento del Ministro de Infraestructuras establece que:

  • faros - blanco o amarillo, con luz fija o intermitente,
  • luz trasera - luces rojas reflectantes y rojas continuas o intermitentes,

por lo que sólo el reflector trasero debe estar instalado de forma permanente reflector. Está permitido apagar o retirar las luces de posición de la bicicleta durante las horas de luz diurna cuando la visibilidad es buena.

El uso de luces de posición en forma de luces de bicicleta delanteras y traseras es obligatorio desde el anochecer hasta el amanecer y al pasar por túneles.

Es importante recordar que las cuestiones legales son una cosa, pero nuestra seguridad en este último caso, merece la pena utilizar una buena iluminación cuando se circula en bicicleta, en cualquier tiempo y condición, para aumentar nuestra visibilidad en el tráfico.

Qué luces de bicicleta elegir?

Debido a que casi todos los modelos de luces para bicicleta disponibles en el mercado cumplen con los requisitos y supuestos básicos, a la hora de elegir la luz ideal para nuestra bicicleta debemos tener en cuenta su aplicación específica. Respondiendo a unas cuantas preguntas, sobre las circunstancias de uso, qué moto y cómo queremos montarlas, qué rutas solemos hacer y a qué hora del día, si recorremos senderos poco iluminados, podremos determinar los parámetros de la luz que nos guiarán en la elección del mejor modelo para nosotros.

A la hora de elegir una luz para una bicicleta, debemos fijarnos en los siguientes parámetros y funciones disponibles:

potencia - es decir, la intensidad del flujo luminoso expresada en lúmenes. El principio es sencillo. Cuantos más lúmenes, mejor y más fuerte brilla la luz. Sin embargo, la cantidad de luz que necesitamos depende de las condiciones en las que solemos movernos. Si circulas por ciudad, por rutas iluminadas y sólo durante el día, no es necesario invertir en las luces más potentes de 1000lm o más. En tales circunstancias, basta con juego de luces de advertencia, que será lo suficientemente eficiente energéticamente como para olvidarnos de las baterías durante mucho tiempo, y cuya potencia será suficiente para hacernos visibles en la carretera a los demás usuarios de la vía pública.

Lo contrario ocurrirá cuando se planifiquen viajes por zonas salvajes o se conduzca en condiciones más extremas, al anochecer. Una luz de advertencia no proporcionará la cantidad adecuada de luz, por lo que para navegar con seguridad en la espesura de un bosque, por ejemplo, necesitaremos un iluminación potente con un gran ángulo de luz. En este caso, se aplica la regla empírica: cuantos más (lúmenes), mejor.

modos de funcionamiento - se basa en dos modos: continuo e intermitente, que señaliza bien nuestra posición en la carretera a la vez que ahorra batería. Los modelos superiores y más potentes tienen la opción de media potencia o un tercio, lo que aumenta la versatilidad y la capacidad de adaptar la iluminación a las condiciones imperantes.

método de instalación - este es un parámetro importante, ya que no todas las luces se adaptan a todos los diseños de bicicleta. Presta atención a cómo está montada la luz, si tiene un asa separada de la que podamos extraerla fácilmente para cargarla y si el método de montaje proporciona una sujeción estable y segura.

impermeable - las condiciones meteorológicas cambian a menudo y pueden pillarle por sorpresa. Esto hace que la protección del agua, al menos la básica, sea deseable. Para salidas más largas, fuera de la carretera, se recomienda un grado de protección superior, por ejemplo IPX4.

duración - depende de cómo esté diseñado el modelo específico. La esencia de una buena linterna es un compromiso bien equilibrado entre su potencia y la duración de la batería. En modo de ahorro de energía (intermitente), la luz debe poder funcionar durante varias horas y hasta varias en modo continuo.

suministro eléctrico - hoy en día, la solución más común parece ser la alimentación por batería, cargada a través de USB. Es extremadamente versátil, práctico y, en tándem con un powerbank, es perfecto para las expediciones más remotas.

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